Te prometo que en este artículo te daré respuesta a la pregunta de “cuántas sesiones de coaching necesita mi hijo adolescente”.
Pero antes quiero compartir contigo una experiencia personal.
El autocuidado es esencial para mí. Pero esto no ha sido así siempre… y por eso mismo ahora tengo problemas de espalda.
No es que tenga nada grave, pero digamos que las contracturas en la parte alta de la espalda forman ya parte de mí 🤭.
Por eso, cada cierto tiempo tengo que acudir a hacerme un masajito descontracturante para poner el contador de mi espalda a cero de nuevo y no llegar a colapsar.
Pero este verano… bueno, «ya tu sabeh» 😅. Entre playita, tapitas y bailoteos me olvidé un poco de los masajes y acabé enganchadísima de la espalda.
Así que volví con urgencia a mi masajista de confianza: Stefan. Un amor de persona y con una habilidad maravillosa para descontracturarte la espalda en un momento.
Esta vez tenía un buen enganchón y mientras me descontracturaba le pregunté preocupada a Stefan “¿cuántas sesiones me harán falta para quitarme este dolor?” Él sonrió y contestó aquello que todos los terapeutas solemos decir:
Depende.
Y es que, no es lo mismo una contractura aguda que una crónica. Ni que la persona sea deportista o sedentaria. Que sea joven o ya entrada en años. O algo muy importante y en lo que muchas veces todos acabamos pecando, el realizar estiramientos y movilizaciones entre masaje y masaje o no hacer nada.
Hay muchos factores que hacen que no se pueda dar una respuesta específica, y por eso acaba siendo un “depende”.
En mi caso necesito ir a hacerme un masaje cada mes para tener las contracturas bajo control. En cambio, otros posiblemente con una visita al año les es más que suficiente.
¿Y por qué te cuento todo esto?
Porque al igual que el cuerpo depende de varios factores, la mente también.
Cuando trabajo con adolescentes tengo que evaluar si hay antecedentes, dónde está el problema, su nivel de confianza, si es un problema puntual o algo prolongado en el tiempo, cómo son las dinámicas familiares, si tiene herramientas de comunicación, recursos de habilidades sociales, y un largo etc.
La gran mayoría de los adolescentes que he tratado con unas pocas sesiones adquieren las herramientas necesarias para volar solos. Pero en otros casos, necesitan un acompañamiento prolongado en el tiempo o ir concertando sesiones de control.
No existen los milagros
Volviendo a Stefan. Durante el masaje me confesó que cuando un cliente mejora en una única sesión se alegra muchísimo como es lógico, pero también teme que se creen expectativas muy altas sobre sus habilidades.
Y yo ahora te confieso que a mi me pasa lo mismo 😅.
Porque la realidad es la que es.
La mejora de un cliente, ya sea de un problema físico o mental, depende de varios factores y no únicamente de la habilidad de su terapeuta.
He visto muchas veces como algunos padres comparan el progreso de sus hijos con el de otros.
Y es normal y humano.
Desear que tus hijos mejoren lo antes posible es lo que toda madre y padre quiere, pero hay que recordar que cada persona tiene su propio ritmo, sus propias lecciones y batallas.
Es por este motivo que mis sesiones son totalmente personalizadas.
Sin plantillas, protocolos o ejercicios estándar. Adapto la terapia a cada persona y utilizo las herramientas adecuadas para detectar rápido el problema y aplicar la mejor solución para agilizar el proceso de mejora.
Así que la próxima vez que te preguntes «cuántas sesiones de coaching necesita mi hijo adolescente», recuerda que la respuesta más honesta podría ser simplemente «depende».
Y no es que no quiera darte una respuesta, sino más bien que ésta es la más realista y ajustada a la situación de tu adolescente que te puedo dar.
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¡Te mando un abrazote! 🤗
Elvi.