Adolescentes «buenos» VS adolescentes «malos»

Imagina que por un momento me convierto en «la genia» 🧞‍♀️ de la lámpara y te puedo conceder un deseo: el deseo de que elijas si quieres que tu hijo sea un adolescente «bueno» o «malo».

Creo que la primera respuesta que todos elegiríamos es «bueno», lógicamente (vaya preguntita, Elvi… 🙄). Nadie quiere un adolescente «malo», rebelde, conflictivo…

Un adolescente que nos reta y que se enfrenta ante lo que considera injusto, genera mucha frustración y preocupación en los padres y madres. Agota.

 

Pero ahora imagina que me vuelvo a convertir en «genia» 🧞‍♀️ y te puedo conceder otro deseo: el deseo de que elijas si quieres que tu hijo sea un adulto obediente o desobediente.

Aquí quizá ya dudas un poco más y empiezas a plantearte qué significa exactamente y qué conlleva eso de ser obediente o desobediente… Y es que, muchas veces etiquetamos a los adolescentes como «buenos» o «malos» según nos parecen sus comportamientos:

    • Si nos parecen incorrectos y nos generan problemas o preocupaciones: es un adolescente malo.
    • Si nos parecen correctos y no nos dan problemas, haciéndolo todo más fácil: es un adolescente bueno.

Pero esta manera de etiquetar es bastante simplista puesto que no nos deja ver todo lo que hay detrás, que es mucho 💚.

 

 

¿Cuándo SÍ tiene sentido ese comportamiento «malo»?

 

Te invito a que por un momento cambies el punto de vista.

Pregúntate cuándo sí tiene sentido (y puede ser incluso positivo) que tu hijo actúe como actúa, que sea rebelde, que si hay algo que considera injusto alce la voz.

¿Lo tienes? Bueno, te dejo unos segunditos más jejejeje ⌛

 

Es probable que te estés dando cuenta de que esos comportamientos que habías etiquetado como «malos» en realidad pueden resultarle muy útiles en muchas situaciones de su vida, tanto de adolescente como de adulto.

Por si no se te han ocurrido, te dejo por aquí algunos ejemplos de cuándo sí puede tener sentido que saque su parte más rebelde:

    • Cuando su jefe le exija excesos laborales y no agache la cabeza.
    • Cuando su pareja le prohíba hacer algo con lo que disfruta.
    • Cuando sus amigos le inciten a consumir ciertas sustancias.
    • Cuando se encuentre ante cualquier otra injusticia y pueda defender sus derechos.

En estos ejemplos quizá ya no ves tan malas estas características de su personalidad actual, ¿verdad? 😅

 

 

Tu hijo adolescente está desarrollando su pensamiento crítico y todas las habilidades necesarias para poner límites y decir que NO en el futuro.

 

Todos los padres y madres con los que trabajo quieren que sus hijos sean adultos que no se dejen pisar, que defiendan sus derechos y sepan poner límites.

Pero para que de adultos sean capaces de ser asertivos y tener pensamiento crítico, tienen que entrenarlo en la adolescencia. Por lo que seguir educando en la obediencia y el acatamiento de normas sin poder rechistar, parece que no es muy compatible con lo que deseamos para su vida futura ¿no crees? 😅. 

¡Ojo! ⚠️ Con esto no quiero decir que no haya que poner límites o que tengamos que permitir cualquier tipo de conducta que le haga daño a él mismo o a los demás, sino ver también el lado bueno de esas conductas y preguntarnos por qué sí tiene sentido que estén presentes en una etapa tan trascendental como es la adolescencia, juzgándole menos y escuchándole más.

 

 

Entonces… ¿Qué eliges?

 

¿No crees que, en vez de querer que sea un «buen» adolescente, es mejor para él que le acompañemos a canalizar toda esa energía, toda esa fuerza y personalidad en algo más adaptativo y útil para él? ¿Que le acompañemos a que encuentre el equilibrio entre desarrollar todas esas habilidades tan necesarias y tener comportamientos menos disruptivos en el día a día?

Yo creo que sí, porque…

¿Te acuerdas de ese anuncio de neumáticos que decía en su slogan eso de: «la potencia sin control no sirve da nada»?

Pues la obediencia sin control, en mi opinión, tampoco 😝. Obedecer a todo y a todos porque sí, no le convertirá en el adulto que esperamos que sea. En cambio, ayudarle y acompañarle a «controlar toda esa potencia» para utilizarla en su beneficio, sí.

 


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¡Te mando un abrazote! 🤗

Elvi.